La liebre ibérica. Amores y desamores.

20 de abril de 2010. Madrid, pie de Sierra.

Liebre ibérica (Lepus granatensis). Macho, mudando el pelaje. La protagonista de la historia.

Durante casi una hora, al atardecer, observo las evoluciones de unas liebres. Al principio una de ellas comienza a seguir un rastro. La he visto llegar de lejos y en el vídeo la reconozco por una pequeña pinta negra en la oreja derecha, es macho. Sigue un rastro zigzagueante, sólo puede tratarse de otra liebre, una hembra - estas tienen una glándula inguinal con la que producen un olor que atrae a los machos-. Hay un momento en que se sienta, alerta, y de repente aparece otra liebre, iniciándose una rápida persecución, otro macho debe ser. Han sido unos pocos segundos, el primer macho se desentiende del otro y continúa su búsqueda. Mientras, la segunda liebre se aleja, siguiendo, de vuelta, los pasos del primer macho. Si no llega a ser por las marcas en las orejas habría pensado que se trataba de la primera liebre que se volvía por donde vino después de un mal encuentro con el macho dominante, pero no, la perseguida se queda y la perseguidora se va.

Las liebres son polígamas, y un pequeño número de machos fecundará a las hembras. La hembra es algo mayor que el macho (foto superior: hembra en primer plano. Foto inferior: hembra en segundo plano).

La hembra está cerca, nuestro macho no tarda en encontrarla, pasta junto a ella y no pierde oportunidad para mostrarla su interés, aunque a la hembra no le termine de hacer gracia.

En abril la liebre hembra es muy probable que esté preñada o que haya parido recientemente. Son una especie prolífica, igual que los conejos, y como estos tienen la posibilidad de resultar fecundadas estando preñadas de una cópula anterior, con los fetos aún desarrollándose en su interior. Además pueden conservar los espermatozoides durante un tiempo y quedar fecundadas en la siguiente ovulación, sin necesidad de cópula. El número de celos al año de la hembra varía entre 2 y 4 en la liebre europea, seguramente en la liebre ibérica sea mayor al disfrutar de inviernos menos duros.

A pesar de ello, hay regiones en las que su presencia no es lo habitual que podría ser. La agricultura intensiva, el exceso de caza, el furtivismo, los atropellos, están detrás de su escasez.

Rondando a la hembra

Las liebres macho en celo son tenaces (tal vez las hembras piensen que son cansinas). El macho la sigue a todas partes e intenta repetidamente acercarse a ella. El resultado puede ser el que veis en el vídeo, aunque lo mismo no terminó ahí la historia.


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16 de diciembre: Escribanos nivales en Madrid.

El 16 diciembre, el pasado jueves a eso de las tres, Paco, un compañero del curro, estaba a pocos pasos del punto más alto de la Comunidad de Madrid -no me preguntéis que hacía por allí-, cuando a muy corta distancia descubre una pareja de pajarillos. Como buen aprendiz de pajarero que es, primero pensó en gorriones alpinos -no es que se calentara mucho la mollera- pero enseguida lo descartó: "son escribanos, aunque no tengo ni idea de cuales", le diría a su hermano que le acompañaba -con lo fácil que era adivinar el apellido-. Sorprendido por la confianza de las aves aprovechó para hacerles una sesión fotográfica (lo mismo la historia no es exactamente así, pero más o menos es lo que me contó).

Como este compañero es un tipo un poco raro que aún no tiene blog, sí como lo oís, pues subo las fotos en este mío.

Escribanos nivales en Peñalara, a 2428 m de altitud. 16 de diciembre de 2010. Fotos de Francisco J. Delgado.


El Escribano Nival (Plectrophenax nivalis) es una especie de la tundra, habitante del ártico y de las latitudes más norteñas de Europa, Norteamérica y Asia, un superviviente del gran Norte.

En color su área de cría

Pasan el invierno más al sur, aunque sólo unos pocos alcanzan la Península. Normalmente por aquí prefieren, para la invernada, las zonas costeras, especialmente las playas con dunas. Son mucho más raros en el interior. En Madrid no había sido visto nunca hasta hace dos años. En aquella ocasión apareció un ejemplar en una cañada de Colmenar Viejo (podeis ver más fotos en este enlace, donde sí que saben apreciar la calidad de mis vídeos y fotos), otro buen compañero me comunicó el hallazgo y pude acercarme a verle. No esperaba encontrarme con un pájaro tan confiado, lo que aproveché para grabar unos vídeos.



En el rótulo del vídeo aparece la fecha: 16 de diciembre de 2008, aún no me lo acabo de creer.

Escribano Nival en Colmenar Viejo, 16 de diciembre de 2008

PD. Enhorabuena Paco por la localización de los escribanos, gracias por las fotos.

FELICES FIESTAS A TODOS

Las barbudas moscas salteadoras.

Las moscas salteadoras se agrupan en la familia Asilidae, dentro de los dípteros. Son unas 7000 especies, y las que quedan por encontrar. Es una de las familias de insectos mas grande y abundante.

Una "barba" del rostro protege a los ojos contra los movimientos bruscos de las presas.

Son moscas depredadoras. Su aparato bucal forma una probóscide endurecida, una pequeña trompa, con la que apuñalan a sus presas una vez atrapadas con sus patas fuertes y espinosas. Las víctimas quedan paralizadas rápidamente, pues reciben una inyección letal de enzimas neurotóxicas y también proteolíticas, que digieren sus tejidos, los licuan. La cazadora succionará el contenido en poco tiempo. Es decir, estas moscas comienzan a digerir a su presa fuera de su aparato digestivo. Las arañas tratan igual a sus presas, y tanto unas como otras contribuyen al control de las poblaciones de insectos.


Estas dos moscas fueron fotografiadas el mismo día, muy cerca una de otra, y las dos parecen haber capturado la misma especie de polilla.

Las distintas especies que comparten un territorio ocupan nichos diferentes, con distintas preferencias por el tipo de percha y altura, así unas cazan desde el suelo desnudo o piedras, otras entre la vegetación herbácea, otras desde árboles, sin duda las primeras son las que más fácilmente detectaremos y podemos verlas en cualquier caminata veraniega. Vigilantes, preparadas para asaltar a insectos de todo tipo, abejas, otras moscas, avispas, mariposas, a los que capturarán en pleno vuelo. Parecen tener la habilidad de alcanzar a sus presas por detrás, clavándolas rápidamente su probóscide en el tórax.


Es habitual encontrarlas en sus cópulas.

Algunas tienen tamaños grandes y no pasarán desapercibidas. Recuerdo de hace muchos años, que al encontrármelas repetidamente a lo largo de un tramo de camino o de sendero, pensaba sino sería la misma que estuviera siguiéndome, pues la veía posarse a cada rato cerca de mí. Nunca me decidí a desandar el camino para comprobar si eran varias o sólo una, tal vez trataban, o trataba, de aprovechar las posibles estampidas de insectos que se produjeran a mi paso para cazar. Su aspecto es inquietante, similar al de los tábanos, pero a diferencia de estos no tenemos que preocuparnos de que nos vayan a picar, no les interesamos.

Esta es una especie de gran tamaño, probablemente Dasypogon diadema. Localizada casi al anochecer.
Cuando cae la tarde se las puede ver preparadas para pasar la noche en algunas flores.

Podeis encontrar más información sobre las moscas salteadoras (Robber Flies) en http://www.geller-grimm.de/asilidae.htm, aunque en inglés.

En el pilón (7). Gorriones, currucas y otras aves de paso.

25 de agosto de 2010. Madrid, pie de sierra.

Tórtola común joven

Al mediodía todavía era continua la actividad de los pajarillos. Las currucas en la vegetación del arroyo, los estorninos en el pasto, algunos prácticamente a la sombra del hide, el incansable Papamoscas Gris, la presencia intermitente del Colirrojo Real y las tórtolas, la aparición por sorpresa de la Tarabilla Norteña y la llegada de los gorriones chillones, hicieron muy llevadero el final de la jornada.

Papamoscas gris cazando delante del hide toda la mañana.
Tarabilla norteña.

Los rápidos movimientos de cabeza del papamoscas y de la tarabilla, siguiendo con la mirada posibles presas, sus expresiones atentas e inteligentes no dejan de cautivarme.


Gorrión chillón. No siempre puede verse la pinta amarilla que tiene entre la garganta y el pecho (puedes hacer clik en la foto para verla mayor).

Los gorriones comunes, y algún gorrión moruno, esponjan su plumaje para disfrutar de un baño de sol, sin embargo los gorriones chillones no se muestran tan relajados, con frecuencia giran la cabeza mirando al cielo, tal vez vigilan el vuelo de alguna rapaz. De las cuatro especies de gorriones presentes en Madrid, sólo faltó a la cita el Gorrión Molinero.


Gorriones morunos.

El pico manchado les delata, ya han madurado las primeras moras. Los gorriones también son granívoros como los fringílidos (pinzones, verdecillos, canarios) y como ellos presentan un pico cónico, pero a diferencia de los segundos poseen una estructura esquelética única en la lengua, el hueso prelingual, y un músculo especialmente adaptado, el hipoglosso anterior. Ambos forman una estructura -‘‘seed-cup’’- utilizada para el descascarillado, aplastando las semillas con la lengua contra el paladar. La naturaleza está llena de detalles.

En el vídeo, por orden de aparición, se ven las siguientes especies: Curruca Mirlona, Curruca Zarcera, Curruca Mosquitera, Tórtola Europea, Estornino Negro, Gorrión Común, Papamoscas Gris, Tarabilla Norteña, Colirrojo Real, Gorrión Chillón, Verdecillo y Gorrión Moruno.


Y con este vídeo termino la serie, es hora de recoger y abandonar el lugar, sin dejar huellas. Me llevo tesoros que son como el aire, las imágenes se convierten en mi memoria, en mi mente guardo la ilusión de los días previos, la tranquilidad de la noche camino del pilón, el continuo ir y venir de pajarillos a mi alrededor, el saberse un espía privilegiado.

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En el pilón (6). Una urraca en el culo de una vaca.

25 de agosto de 2010. Madrid, pie de sierra.

Siguen presentes los estorninos, el papamoscas gris, algunas tórtolas y lleva un rato en el pilón una urraca. Está de caza, intenta capturar algún insecto y poco después la veo encima de la vaca. Decidida se acerca al rabo. Las vacas van acompañadas de una numerosa corte de moscas diversas y, por razones obvias, muchas se concentran entre sus ancas. La urraca picotea repetidas veces sin que parezca al principio molestar a la vaca, se la ve comer, pero deben ser presas muy pequeñas, tal vez moscas culeras o borriqueras que estuvieran picando a la vaca. Las moscas borriqueras tienen movimientos algo lentos, lo que facilitaría su captura. Al final la vaca se sacude a la urraca, incómoda por que ande hurgando por ahí, lógico. Si la vaca tuviera alguna pequeña herida en esa zona, seguramente la urraca la picotearía, pero no me parece este el caso. También podría ser que no quisiera espantar a la urraca, sino que siguiera espantando moscas.


Aparece un alcaudón común joven, creo que no es el del vídeo anterior. Este se baña en el suelo. Su discreto plumaje pardo-grisáceo, tan distinto del de los adultos, es realmente bonito. Poco después llegó el mayor de los alcaudones ibéricos, el Alcaudón Real, que baja a calmar la sed. Los alcaudones están estrechamente relacionados con los córvidos, la urraca y los alcaudones tienen un pasado evolutivo reciente común. Es curioso que el alcaudón de mayor tamaño sea el Alcaudón Pío, -Magpie Shrike en ingles, es decir Alcaudón urraca- una especie del sur de África.

Los alcaudones tienen el pico ganchudo, como las rapaces. El Alcaudón Real puede dar caza a pequeños pajarillos, ratones, topillos y lagartijas. Además, igual que los halcones, presentan un "diente" en el pico ("tomial tooth"), cerca de su extremo curvado, con la correspondiente muesca en la mandíbula inferior.


La mañana está avanzada, con el sol alto las luces se reflejan con intensidad en los plumajes claros, y sólo son las diez -en concreto todo esto ocurrió entre las diez y las diez y media aproximadamente-. Llevo tres horas en el escondrijo. Por cierto, hablando de luces y reflejos, prácticamente todas las especies de alcaudones presentan una máscara negra, otros tienen la cabeza oscura. Se cree que esta máscara tiene la función de absorber la luz para evitar reflejos hacia el ojo. Al parecer a menudo los alcaudones cazan con el sol de frente, para evitar que sus sombras les descubran cuando se lanzan a por la presa, y sin la máscara su visión sería menos nítida. Al mismo tiempo, se piensa que el blanco del pecho y del vientre les hace menos visible contra el fondo del cielo. Sin embargo los jóvenes alcaudones comunes, carecen de la máscara, aunque se adivina, lo que podría suponer un handicap más para ellos, junto a su inexperiencia.



Los protagonistas del vídeo son, por orden de aparición, el papamoscas gris, la urraca, los estorninos negros, las tórtolas comunes, el alcaudón común y el alcaudón real.

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En el pilón (5). Gorriones y tordos.

25 de agosto de 2010. Madrid, pie de Sierra.

Con la mejor luz de la mañana pasaba el rato observando a los tordos y los gorriones en sus baños y cuando se arreglaban el plumaje. El cuidado del plumaje es vital, por ello las aves dedican mucho tiempo al acicalamiento. Con el pico, con movimientos de la cabeza, incluso con las garras, limpian, arreglan y engrasan las plumas. Para esto último cuentan con una glándula, llamada glándula uropigial, en la parte superior próxima a la base de la cola, de la cual, con el pico, recogen un aceite con el que protegen e impermeabilizan el plumaje.


Esta actividad de mantenimiento del plumaje se convierte en frenética justo después del baño. Y los baños no sólo son de agua, también hay baños de tierra y baños de sol, como se puede ver en los gorriones del vídeo - y en otro de los vídeos que seguirán de esta serie-. Al parecer, con la arena y el sol, resecan y recalientan el plumaje lo cual tiene efectos bactericidas, de este modo controlan las bacterias que recubren el plumaje y que terminan estropeándolo.

Una pluma nueva sólo puede crecer si la vieja ha caído, el estornino arranca las plumas desgastadas para permitir su muda.

La mayoría de los estorninos son jóvenes del año, nacidos en distintas fechas, en distintas puestas. Son fácilmente distinguibles por sus plumajes marrones. Los de más edad muestran una muda avanzada, y han cambiado ya un buen número de plumas por las nuevas plumas negras de lo que será su plumaje invernal. En invierno los estorninos negros no serán completamente negros, sino que presentaran pintas blancas, que son las que empiezan a aparecer en los nuevos plumajes de los jóvenes.

Tórtola Común
Alcaudón Común joven
Que difícil es en muchas ocasiones identificar correctamente a las aves jóvenes. En este caso parecen Gorriones morunos machos, que muestran ya algo de moteado típico en los flancos y laterales de pecho. El pico también parece mayor que el de los gorriones comunes.

En el vídeo, por orden de aparición, se pueden ver las siguientes especies: Estornino Negro, Gorrión Común, Alcaudón Común joven, Tórtola Común, Gorriones Morunos jóvenes, Papamoscas Gris y Verderón Común.



El vídeo está editado en Alta Definición, por lo que se puede ver a pantalla completa con buena calidad, y así apreciar mejor los detalles del acicalamiento, los plumajes o las expresiones de las aves, como las del inquieto papamoscas gris siguiendo el vuelo de sus presas.

En el pilón (4). El baño de las jabalinas.

25 de agosto de 2010. Madrid, pie de sierra.

Hoy os presento el cuarto vídeo de la serie. Son poco más de las nueve y acabo de grabar a una escurridiza Curruca Mosquitera. Al poco aparecen unos jabalíes, dos hembras y dos rayones nacidos este verano de una de ellas. Un parto, digamos que tan tardío, y el hecho de que sólo sean dos crías, puede ser debido a que la hembra sea primeriza, nacida el año anterior. Para conseguir la concepción, las hembras deben adquirir una condición física mínima, y en el caso de las hembras jóvenes suelen salir en celo por primera vez cuando alcanzan los 30 kg de peso, con unos 10-11 meses de edad. Por otro lado, el tamaño de la camada aumenta con el peso de las hembras, pudiendo parir hasta ocho lechoncillos aunque lo normal es que no pasen de seis.

Los rayones presentan este pelaje típico hasta los seis meses de edad, aunque empieza a desvanecerse a partir de los cuatro meses.

Las jabalinas van directas a la zona encharcada, se bañan rápidamente y se entretienen un poco pastando, pero muy poco tiempo la verdad. A tan corta distancia, preparado como estoy, con la cámara acoplada al telescopio para tomar imágenes de los pajarillos, no me es posible sacar un plano más general del grupo de jabalís.


En el vídeo podéis ver, por orden de aparición, Colirrojo Real, Curruca Mosquitera, los jabalís, Papamoscas Cerrojillo, Estornino Negro y Verderón Común. Espero que os guste.



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En el pilón (3). Dos picos especiales.

25 de agosto de 2010. Madrid, pie de sierra.

Sólo pude ver un Picogordo en toda la mañana, una hembra adulta con el plumaje muy gastado, y tampoco pude ver más que un Pito Real, una hembra nacida pocos meses antes. Además, para mi desesperación, aparecieron al mismo tiempo. Decidí grabar primero al Pito real, mientras vigilaba de reojo al Picogordo. El Picogordo permaneció largo rato en una rama, suelen ser pájaros muy tranquilos. Cuando voló el Pito real, pasando junto a mi, aún tuve oportunidad de grabar al Picogordo durante unos minutos.

Se trata de dos especies más bien tímidas, que por lo demás pocas cosas tienen en común. El poseer picos especialmente fuertes es algo que sí comparten. Se trata de picos muy distintos. El Picogordo pertenece a un grupo de aves granívoras, los fringílidos, como los pinzones, jilgueros y verderones o como los canarios. Los pájaros cuya alimentación se basa en semillas se caracterizan por presentar un pico cónico clásico, en el caso del Picogordo este es de talla grande o muy grande.

El pico de los fringílidos presenta algunas sutiles adaptaciones. En el paladar hay dos cantos internos, uno a cada lado, que forman, con el filo cortante externo del pico, un surco en el que encaja el filo de la mandíbula inferior. Con ayuda de la lengua, en esos surcos es donde manipulan las semillas y consiguen pelarlas y expulsar la cáscara. En el caso del Picogordo, el pico es aún más especializado. Detrás de las crestas mencionadas, en el paladar hay un par de protuberancias córneas finamente dentadas, junto con un par similar en el maxilar inferior. Con ellas se ayuda para partir las grandes semillas, y así distribuir la fuerza del golpe más uniformemente en el cráneo - enlace a imagen de un cráneo de Picogordo, vista inferior de mandíbula superior, cara interna del pico-.

Así dotado, el Picogordo es capaz de partir los huesos de cerezas y aceitunas, gracias también a una potente musculatura. Hay que añadir que las protuberancias corneas del paladar de los picogordos, aparecen cuando el cráneo está totalmente osificado, una vez que las aves llegan a su primer invierno, de forma que antes, en sus primeros meses de vida, sólo pueden comer semillas más blandas.

La dieta rica en semillas de los picogordos parece que tiene como consecuencia que tengan que beber con regularidad. Se ha visto que los picogordos son más abundantes en aquellas zonas forestales con más puntos de agua.

Es posible diferenciar el sexo por la mitad externa de las secundarias del centro del ala, que en el macho es negro brillante y en la hembra es gris. La punta de las primarias internas forman un discreto adorno.

El Pito real tiene un pico típico de pájaro carpintero, una eficacísima herramienta perforadora, un pico recto, reforzado con crestas longitudinales y con una punta con forma de cincel.

Picus viridis sharpei (hembra joven)

Más sorprendentes son las adaptaciones anatómicas que acompañan al pico. El cráneo está reforzado para evitar daños al cerebro cuando taladran la madera. La forma en que se une el pico con el cráneo y la acción de un músculo permiten absorber la fuerza de los golpes. Además presentan también adaptaciones especiales en los músculos del cuello y en las vértebras cervicales que sirven de inserción a estos.

La lengua es muy larga y protráctil -es decir, que se puede proyectar fuera de la boca, del pico en este caso, como en los camaleones o los osos hormigueros, por ejemplo-, la más larga de las aves, que tienen que recoger en una especie de estuche que rodea el cráneo. La lengua recogida y la especializada musculatura que hace posible su extensión y retracción, también sirve de protección al cráneo cuando martillea. Con esta lengua pueden explorar las galerías en la madera o, sobre todo en el caso del pito real, los hormigueros, y capturar sus presas. Las hormigas son la base de la alimentación del Pito Real, por lo cual es un pájaro carpintero más terrestre que arborícola.

Pude grabar a las dos aves durante varios minutos, que resumo en el siguiente vídeo ( http://www.youtube.com/watch?v=9fMuWGYdtVE). Está editado en alta definición por lo que, si disponeis de una buena conexión, podeis verlo bien a pantalla completa.


En el pilón (2). Mas movimiento.

25 de agosto de 2010. Madrid, pie de sierra.

Son las ocho y media, cuando un ruiseñor común se deja ver a placer, aunque a la sombra. Siguen presentes los mirlos, verderones, pinzones, zarceros, y aparecen unos jilgueros, apenas puedo captar a los adultos, pero sí a algún jovencillo. Los jóvenes jilgueros para el otoño, tras la muda, ya tendrán la bonita cabeza de los adultos con sus plumas rojas, blancas y negras, pero ahora lucen su primer plumaje, mucho más discreto, con la cabeza grisacea.

Joven jilguero

También es joven uno de los colirrojos reales, un macho, el otro, también es macho y parece adulto. Se distinguen de las hembras por su garganta negruzca, aunque en el joven todavía es gris, y por la mayor intensidad de los tonos anaranjados del pecho.

Colirrojo real macho joven

Colirrojo real macho

Con un poco de suerte puedo grabar a un par de mosquiteros musicales, sus movimientos no son tan rápidos e imprevisibles como los de otras especies de mosquiteros. Dos de ellos tienen unos tonos amarillos que se extienden por pecho y vientre, un plumaje propio de los jóvenes del año.


Mosquiteros musicales

A todos ellos los podemos ver en el siguiente video.



Por orden de aparición: Ruiseñor común (Luscinia megarhynchos), colirrojo real (Phoenicurus phoenicurus), jilguero (carduelis carduelis), verderón común (Carduelis chloris), mirlo común (Turdus merula), mosquitero musical (Phylloscopus trochilus) y zarcero común (Hippolais polyglotta).

En el pilón (1). Primeros visitantes.

25 de agosto de 2010. Madrid, pie de sierra.

Casi son las siete de la mañana, una vez escondido, espero las primeras luces del día. Delante tengo el pilón que tan buenos ratos me deparó el año pasado. Ha tocado dormir poco, andar más de un kilómetro cargando con todo el equipo y tener todo listo antes de que claree.
Hacía una noche estupenda y pude disfrutar de un par de chotacabras cazando muy cerca de mi.
Comparado con el año anterior, las circunstancias son diferentes. Entonces era octubre. Tras un largo periodo de sequía, el pilón era un punto de encuentro muy animado. Esta vez, en pleno agosto, el agua llega hasta el arroyo y los pájaros pueden beber y bañarse ocultos por las zarzas y salgueras de la orilla, además faltan muchos pájaros, aquellos primeros invernantes que acudían al pilón en octubre. Por contra, estamos en pleno paso migratorio y además las estivales aún permanecen en la zona, con lo que tengo esperanzas de capturar en vídeo nuevas especies.

Pinzón vulgar macho

Los mirlos son los primeros en llegar, también algún pinzón, verderones y una torcaz. Un ruiseñor bastardo descansa durante un buen rato en una ramilla, aún hay muy poca luz. Un mirlo da la voz de alarma, es el zorro, no le había visto llegar, igual sucedió el año pasado, pero este no se detiene, camina acercándose, entonces descubre el escondrijo y huye sin pensárselo dos veces, sólo se detiene justo antes de cruzar el zarzal tras el que desaparece, para mirar durante no más de cinco segundos hacia el hide, imposible grabarle. La verdad es que me sorprende este comportamiento tan asustadizo, en las aves no veo señales de recelo, claro que lo mismo es que no veo las caras de las que se van sin bajar. Los estorninos comen junto al hide, y el joven pito real, después de beber, pasa volando junto a mi. Incluso los jabalís pasan muy cerca, al trote, parecen ansiosos por llegar al terreno encharcado, son las nueve. Beben, se bañan en el barro y comen un poco hierba verde. Desaparecen enseguida, creo que no se sienten seguros a esas horas de la mañana.

Paloma torcaz

Esta vez no aparece la gavilana. El año pasado voló unas cuantas veces muy cerquita de mi escondite, antes de que por fin se posara en un rama a descubierto justo en frente, incluso pude ver "un intento de caza", ¡se fue contra una torcaz!, luego acudió al pilón pero no terminó por beber ni bañarse. El resto de las ocasiones se posaba en zonas de espesura donde apenas la veía. Los pajarillos abandonaban el pilón hasta un tiempo después de que desaparecía de la zona.

Verderón común

Hoy no hay tantos mirlos como en octubre, ni aparece ningún zorzal común, y no más que un solitario picogordo, pero sí aparecen las tórtolas comunes, adultas y jóvenes, rulan en alguna ocasión. Entre los pajarillos de paso destacan los colirrojos reales y un papamoscas gris que caza desde primerísima hora delante de mi, pero apenas veo papamoscas cerrojillos pienso que el gris, más robusto los mantiene a raya. Me llevo una relativa sorpresa cuando enfoco a una tarabilla norteña. También puedo ver algunos mosquiteros musicales, zarceros, currucas zarcera, mosquitera y mirlona, al ruiseñor común, el verdecillo, jilgueros, dos jóvenes alcaudones comunes y uno real.

Algo de todo esto es lo que podréis ver en la serie de vídeos que voy a subir, siete en total. Hoy os enseño el primero, el inicio de la jornada, cuando la luz escaseaba y los mirlos eran los principales protagonistas.



Muchas aves se encuentran en plena muda, sus plumajes no están en perfectas condiciones precisamente. Esto es algo que comprobaréis en los mirlos de este vídeo y en otros pájaros de los videos que seguirán. Durante la muda se sustituyen las viejas plumas por unas nuevas. En los pequeños pajarillos, y en otros no tan pequeños, se produce una renovación completa del plumaje cada año. No todas las especies mudan siguiendo el mismo patrón, por ser un proceso costoso, se suele llevar a cabo una vez terminado el periodo de cría. En el caso de las especies migradoras evitan mudar durante sus largos viajes.

Mirlo alarmado. En proceso de muda, se ven las plumas externas de la cola en pleno crecimiento.