La liebre ibérica. Amores y desamores.

20 de abril de 2010. Madrid, pie de Sierra.

Liebre ibérica (Lepus granatensis). Macho, mudando el pelaje. La protagonista de la historia.

Durante casi una hora, al atardecer, observo las evoluciones de unas liebres. Al principio una de ellas comienza a seguir un rastro. La he visto llegar de lejos y en el vídeo la reconozco por una pequeña pinta negra en la oreja derecha, es macho. Sigue un rastro zigzagueante, sólo puede tratarse de otra liebre, una hembra - estas tienen una glándula inguinal con la que producen un olor que atrae a los machos-. Hay un momento en que se sienta, alerta, y de repente aparece otra liebre, iniciándose una rápida persecución, otro macho debe ser. Han sido unos pocos segundos, el primer macho se desentiende del otro y continúa su búsqueda. Mientras, la segunda liebre se aleja, siguiendo, de vuelta, los pasos del primer macho. Si no llega a ser por las marcas en las orejas habría pensado que se trataba de la primera liebre que se volvía por donde vino después de un mal encuentro con el macho dominante, pero no, la perseguida se queda y la perseguidora se va.

Las liebres son polígamas, y un pequeño número de machos fecundará a las hembras. La hembra es algo mayor que el macho (foto superior: hembra en primer plano. Foto inferior: hembra en segundo plano).

La hembra está cerca, nuestro macho no tarda en encontrarla, pasta junto a ella y no pierde oportunidad para mostrarla su interés, aunque a la hembra no le termine de hacer gracia.

En abril la liebre hembra es muy probable que esté preñada o que haya parido recientemente. Son una especie prolífica, igual que los conejos, y como estos tienen la posibilidad de resultar fecundadas estando preñadas de una cópula anterior, con los fetos aún desarrollándose en su interior. Además pueden conservar los espermatozoides durante un tiempo y quedar fecundadas en la siguiente ovulación, sin necesidad de cópula. El número de celos al año de la hembra varía entre 2 y 4 en la liebre europea, seguramente en la liebre ibérica sea mayor al disfrutar de inviernos menos duros.

A pesar de ello, hay regiones en las que su presencia no es lo habitual que podría ser. La agricultura intensiva, el exceso de caza, el furtivismo, los atropellos, están detrás de su escasez.

Rondando a la hembra

Las liebres macho en celo son tenaces (tal vez las hembras piensen que son cansinas). El macho la sigue a todas partes e intenta repetidamente acercarse a ella. El resultado puede ser el que veis en el vídeo, aunque lo mismo no terminó ahí la historia.


.

16 de diciembre: Escribanos nivales en Madrid.

El 16 diciembre, el pasado jueves a eso de las tres, Paco, un compañero del curro, estaba a pocos pasos del punto más alto de la Comunidad de Madrid -no me preguntéis que hacía por allí-, cuando a muy corta distancia descubre una pareja de pajarillos. Como buen aprendiz de pajarero que es, primero pensó en gorriones alpinos -no es que se calentara mucho la mollera- pero enseguida lo descartó: "son escribanos, aunque no tengo ni idea de cuales", le diría a su hermano que le acompañaba -con lo fácil que era adivinar el apellido-. Sorprendido por la confianza de las aves aprovechó para hacerles una sesión fotográfica (lo mismo la historia no es exactamente así, pero más o menos es lo que me contó).

Como este compañero es un tipo un poco raro que aún no tiene blog, sí como lo oís, pues subo las fotos en este mío.

Escribanos nivales en Peñalara, a 2428 m de altitud. 16 de diciembre de 2010. Fotos de Francisco J. Delgado.


El Escribano Nival (Plectrophenax nivalis) es una especie de la tundra, habitante del ártico y de las latitudes más norteñas de Europa, Norteamérica y Asia, un superviviente del gran Norte.

En color su área de cría

Pasan el invierno más al sur, aunque sólo unos pocos alcanzan la Península. Normalmente por aquí prefieren, para la invernada, las zonas costeras, especialmente las playas con dunas. Son mucho más raros en el interior. En Madrid no había sido visto nunca hasta hace dos años. En aquella ocasión apareció un ejemplar en una cañada de Colmenar Viejo (podeis ver más fotos en este enlace, donde sí que saben apreciar la calidad de mis vídeos y fotos), otro buen compañero me comunicó el hallazgo y pude acercarme a verle. No esperaba encontrarme con un pájaro tan confiado, lo que aproveché para grabar unos vídeos.



En el rótulo del vídeo aparece la fecha: 16 de diciembre de 2008, aún no me lo acabo de creer.

Escribano Nival en Colmenar Viejo, 16 de diciembre de 2008

PD. Enhorabuena Paco por la localización de los escribanos, gracias por las fotos.

FELICES FIESTAS A TODOS

Las barbudas moscas salteadoras.

Las moscas salteadoras se agrupan en la familia Asilidae, dentro de los dípteros. Son unas 7000 especies, y las que quedan por encontrar. Es una de las familias de insectos mas grande y abundante.

Una "barba" del rostro protege a los ojos contra los movimientos bruscos de las presas.

Son moscas depredadoras. Su aparato bucal forma una probóscide endurecida, una pequeña trompa, con la que apuñalan a sus presas una vez atrapadas con sus patas fuertes y espinosas. Las víctimas quedan paralizadas rápidamente, pues reciben una inyección letal de enzimas neurotóxicas y también proteolíticas, que digieren sus tejidos, los licuan. La cazadora succionará el contenido en poco tiempo. Es decir, estas moscas comienzan a digerir a su presa fuera de su aparato digestivo. Las arañas tratan igual a sus presas, y tanto unas como otras contribuyen al control de las poblaciones de insectos.


Estas dos moscas fueron fotografiadas el mismo día, muy cerca una de otra, y las dos parecen haber capturado la misma especie de polilla.

Las distintas especies que comparten un territorio ocupan nichos diferentes, con distintas preferencias por el tipo de percha y altura, así unas cazan desde el suelo desnudo o piedras, otras entre la vegetación herbácea, otras desde árboles, sin duda las primeras son las que más fácilmente detectaremos y podemos verlas en cualquier caminata veraniega. Vigilantes, preparadas para asaltar a insectos de todo tipo, abejas, otras moscas, avispas, mariposas, a los que capturarán en pleno vuelo. Parecen tener la habilidad de alcanzar a sus presas por detrás, clavándolas rápidamente su probóscide en el tórax.


Es habitual encontrarlas en sus cópulas.

Algunas tienen tamaños grandes y no pasarán desapercibidas. Recuerdo de hace muchos años, que al encontrármelas repetidamente a lo largo de un tramo de camino o de sendero, pensaba sino sería la misma que estuviera siguiéndome, pues la veía posarse a cada rato cerca de mí. Nunca me decidí a desandar el camino para comprobar si eran varias o sólo una, tal vez trataban, o trataba, de aprovechar las posibles estampidas de insectos que se produjeran a mi paso para cazar. Su aspecto es inquietante, similar al de los tábanos, pero a diferencia de estos no tenemos que preocuparnos de que nos vayan a picar, no les interesamos.

Esta es una especie de gran tamaño, probablemente Dasypogon diadema. Localizada casi al anochecer.
Cuando cae la tarde se las puede ver preparadas para pasar la noche en algunas flores.

Podeis encontrar más información sobre las moscas salteadoras (Robber Flies) en http://www.geller-grimm.de/asilidae.htm, aunque en inglés.

En el pilón (7). Gorriones, currucas y otras aves de paso.

25 de agosto de 2010. Madrid, pie de sierra.

Tórtola común joven

Al mediodía todavía era continua la actividad de los pajarillos. Las currucas en la vegetación del arroyo, los estorninos en el pasto, algunos prácticamente a la sombra del hide, el incansable Papamoscas Gris, la presencia intermitente del Colirrojo Real y las tórtolas, la aparición por sorpresa de la Tarabilla Norteña y la llegada de los gorriones chillones, hicieron muy llevadero el final de la jornada.

Papamoscas gris cazando delante del hide toda la mañana.
Tarabilla norteña.

Los rápidos movimientos de cabeza del papamoscas y de la tarabilla, siguiendo con la mirada posibles presas, sus expresiones atentas e inteligentes no dejan de cautivarme.


Gorrión chillón. No siempre puede verse la pinta amarilla que tiene entre la garganta y el pecho (puedes hacer clik en la foto para verla mayor).

Los gorriones comunes, y algún gorrión moruno, esponjan su plumaje para disfrutar de un baño de sol, sin embargo los gorriones chillones no se muestran tan relajados, con frecuencia giran la cabeza mirando al cielo, tal vez vigilan el vuelo de alguna rapaz. De las cuatro especies de gorriones presentes en Madrid, sólo faltó a la cita el Gorrión Molinero.


Gorriones morunos.

El pico manchado les delata, ya han madurado las primeras moras. Los gorriones también son granívoros como los fringílidos (pinzones, verdecillos, canarios) y como ellos presentan un pico cónico, pero a diferencia de los segundos poseen una estructura esquelética única en la lengua, el hueso prelingual, y un músculo especialmente adaptado, el hipoglosso anterior. Ambos forman una estructura -‘‘seed-cup’’- utilizada para el descascarillado, aplastando las semillas con la lengua contra el paladar. La naturaleza está llena de detalles.

En el vídeo, por orden de aparición, se ven las siguientes especies: Curruca Mirlona, Curruca Zarcera, Curruca Mosquitera, Tórtola Europea, Estornino Negro, Gorrión Común, Papamoscas Gris, Tarabilla Norteña, Colirrojo Real, Gorrión Chillón, Verdecillo y Gorrión Moruno.


Y con este vídeo termino la serie, es hora de recoger y abandonar el lugar, sin dejar huellas. Me llevo tesoros que son como el aire, las imágenes se convierten en mi memoria, en mi mente guardo la ilusión de los días previos, la tranquilidad de la noche camino del pilón, el continuo ir y venir de pajarillos a mi alrededor, el saberse un espía privilegiado.

.