Amuletos con mala suerte

En unos pocos pasos encuentro el suelo excavado en varios puntos, debajo de viejas boñigas, con una profundidad similar. Entre la tierra extraída se pueden ver los restos abiertos de varias pelotas de estiércol.


Parece que alguien ha estado comiendo escarabajos peloteros o estercoleros, alguien a quien se le da bien eso de excavar, con un oído y un olfato muy finos, y una activa vida nocturna. No sólo habrá dado cuenta de las larvas que crecían en las cápsulas de estiércol, sino que es posible que también de las madres que permanecían junto a las mismas cuidando de que nada interfiriera su desarrollo, como hongos, raíces, otros insectos… defenderse de los tejones está fuera de sus posibilidades.


Las bolas de estiércol aparecen partidas por la mitad, son grandes, casi 3 cm de diámetro, el interior hueco, negro y liso, imagino que contenían larvas crecidas. No tengo ni idea de a qué especie podrían pertenecer, quizás se trate de los espectaculares escarabajos estercoleros rinoceronte del género copris, especies de buen tamaño que cavan bajo las plastas y elaboran bolas-nido ovoidales, u onitis belial (incluyo foto al final) que también entierra las heces en el sitio pero al parecer les da una forma de salchicha.

Este es un copris hispanus hallado en Colmenar Viejo, en la rampa serrana. A más altitud tal vez sea más probable la especie copris lunaris, casi idéntico, de cuerno casi recto.

Como ya habéis podido deducir, las pelotas de excremento es donde depositan los huevos estos escarabajos y donde se desarrollan las larvas.


El ciclo vital de estas especies es una pieza más del pequeño “ecosistema boñiga”, el cual es especialmente rico y juega un papel relevante en la naturaleza. El empleo muy extendido en ganadería de un fármaco antiparasitario, la ivermectina, afecta a estos insectos, que se intoxican a través de las heces, y conlleva consecuencias indeseables: “… el declive en las poblaciones de estas especies que varios investigadores ya detectaron hace tiempo … supone, además de un problema para la gestión de los pastizales, una pérdida irreparable de la biodiversidad de los ecosistemas mediterráneos y una alerta sobre los efectos desconocidos, pero graves, que podríamos estar causando con la contaminación debida al abuso de productos farmacéuticos”².

Espero que el festín del tejón (o supuesto festín, aunque no creo que cavara para encontrar bolas vacías) sea indicador de una buena población de escarabajos estercoleros en la zona.


Typhaeus typhoeus, el escarabajo minotauro, también construye su madriguera bajo los excrementos pero al parecer prefiere los de ovejas, conejos y corzos, cavando galerías muy profundas, de un metro o más. En las fotos de arriba no se ven muy bien los tres cuernos que permiten identificar al macho con facilidad. En este caso se trataba de heces de ciervo seguramente y había dos agujeros recientes junto a las mismas. Debajo la foto de una hembra.


Otras especies, como seguramente habréis visto alguna vez, ruedan las pelotas a bastante distancia para enterrarlas.


Este es el escarabajo sagrado de los antiguos egipcios, scarabaeus sacer. Son fotos de hace más de 10 años en La Adrada, valle del Tietar.

 Scarabaeus laticollis, de menor tamaño que scarabaeus sacer, pero muy parecido.

Sisyphus schaefferi, el escarabajo pelotero común, también es un rodador de pelotas, aunque no creo que por castigo divino. Tiene cierta predilección por los excrementos humanos pero no desprecia heces de vacas, jabalís, corzo, liebre o incluso tejón³.
En el vídeo se ve como ha preparado una pelota con las deyecciones de algún carnívoro.


La importancia de estos coleópteros para el reciclado de los excrementos es tal que en Australia tuvieron que importarlos para limpiar aquellos terrenos en los que se acumulaban las boñigas echando a perder los pastos (la explotación ganadera era un novedad allí), y ahora un científico incluso los cría y se los vende a los ganaderos⁴.
Al enterrar el estiércol favorecen el reciclado de la materia orgánica, evitan que esos nutrientes sean lavados por la lluvia, favorecen por tanto la fertilización del suelo, y no sólo eso, también reducen la proliferación de moscas.

Escarabajo del género bubas, parece bubas bubalus.

Hay dos especies en el género bubas, bubas bison y bubas bubalus, el segundo parece ser el preferido por los australianos.

Clavado en un alambre de espino y aún vivo, un individuo de onitis belial.

Pensé que el culpable era un alcaudón común próximo. Como sabéis estos pájaros forman despensas de esta manera. Sin embargo en un foro se comentó, al respecto de observaciones similares, que los escarabajos podrían quedar clavados accidentalmente en sus rápidos vuelos.

En otra ocasión me encontré con esto:


La cabeza de una libélula ensartada en un junco, lo que parece corroborar la posibilidad de un accidente aéreo.

¹Los escarabajos sagrados eran apreciados amuletos para los antiguos egipcios.
²https://www.agenciasinc.es/Noticias/Escarabajos-zombis-por-comer-heces-con-ivermectina
³”Sobre el régimen alimenticio de Sisyphus schaefferi (Coleoptera: Scarabaeidae: Sisyphini)”
Mario Zunino. Dugesiana, Revista de entomología Vol. 24, Núm. 1 2017
https://www.farmingsecrets.com/experts/john-feehan/