Aristoloquia, un candil para un arlequín

Aristolochia castellana
1 de mayo de 2010. Valle del Tietar.
El sábado aproveché la tarde para dar un paseo por una zona tranquila del Valle del Tietar y fotografiar flores. Este año me he propuesto identificar el mayor número posible de plantas y aprender algo de ellas. La primavera está espectacular y mientras camino apenas levanto la vista del suelo.En un pinar, a la sombra, en el exhuberante tapiz verde del suelo, unas aristoloquias, con sus flores pálidas, ligeramente verdosas, no llaman mucho la atención.
Aristolochia castellana (Costa, A. 2008*). Candilicos. Endemismo del Centro Peninsular.
En la Península y Baleares se conocen 7 especies de aristoloquias y la de la foto es Aristolochia castellana. Es una aristoloquia descrita recientemente, de hecho en mis guías no aparece, sólo en una de ellas se la nombra como Aristolochia pallida castellana. En la red encontré al respecto un árticulo muy interesante y decidí ponerme en contacto con el autor.
Andrea Costa es un apasionado de las aristoloquias y además de identificar las fotos que le envié, me proporcionó diversa información interesantísima sobre estas plantas. A continuación comparto con vosotros parte de sus respuestas (con sus propias palabras), todo un lujo:
"Evolución y coevolución con bichos.
Este tema abre un mundo entero, lleno de sorpresas. Las aristolochias son un caso bastante especial en el mundo de las plantas. Son un grupo muy antiguo, cuyas relaciones filogenéticas quedan todavía oscuras. Tienen una mezcla de caracteres intermedios entre mono y dicotiledóneas, que revela su antigüedad. Sin embargo, son también plantas muy evolucionadas, especialmente por la estructura floral y el proceso de polinización. La flor de la Aristolochia es una trampa para insectos, que se originó por reducción y fusión de piezas. En los demás géneros de la familia se pueden encontrar muchas formas intermedias, con reducciones y fusiones parciales. Las especies mediterráneas son una forma "reducida": la mayoría de las especies son lianas tropicales, ¡con flores de hasta 40-50 cm de longitud!"

Aristolochia castellana (Costa, A. 2008*)
"La polinización se cumple por moscas de un grupo especial, que deponen los huevos en excrementos o carne podrida. Vienen atraídos a las flores por olores (para nosotros) desagradables. Las flores son proterogínicas, o sea se desarrolla primero la parte femenina, así que si las moscas llevan polen fecundan la flor y se quedan atrapadas cerca de 24 horas, cuando se producirá el nuevo polen. Entonces la flor dejará salir el bicho (se vuelve a abrir el limbo de la flor y los pelos dentro del tubo se doblan), cargado de nuevo polen.
Las aristolochias son plantas muy tóxicas por los ácidos aristolóquicos, que afectan la división celular. Por eso, en elevadas cantidades, pueden causar cáncer. Pero también lo pueden curar, como hacían los Romanos y los Griegos, además de otras acciones medicamentosas (el nombre significa "para un buen parto", porqué podían ser de ayuda en partos difíciles, pero también pueden causar el aborto en cantidades elevadas).
Siendo tóxicas, no hay muchos bichos que se las pueden comer. Las orugas de Papiliónidos (mariposas arlequín) han evolucionado en todo el mundo de manera que tienen una ruta metabólica que no sólo desactiva a los tóxicos de aristolochia, sino que hasta lo aprovechan para defenderse de los pájaros depredadores, concentrándolos en las capas externas, llegando a matar el pájaro despistado...
Parece que hay una relación muy estrecha entre aristolochia y mariposa, casi a nivel de simbiósis, aunque todavía no se sepa cuál pueda ser la ventaja de la planta. Parece que las especies de mariposas son específicas para las especies de planta, o sea un caso muy claro de coevolución.
En fin, todo un mundo para descubrir..."


Y aquí os muestro al otro protagonista de esta historia, Zerynthia rumina, la mariposa arlequín o de las aristoloquias. Volaba en un claro próximo, caía la tarde y mientras la seguía con la vista se posó en una vistosa viborera, permitiéndome retratarla con las alas abiertas y dirigidas hacia la luz (igual que hacen muchas flores), en un baño de sol. Al anochecer cierra las alas, igual que muchas flores juntan sus pétalos, y así la encontré a la vuelta (quien sabe si la misma, pues estaba muy cerca de donde fue el primer encuentro, y además de nuevo en una viborera).


Sólo me queda agradecer a Andrea su amabilidad, ha sido un placer conocerte.
*Costa, A. 2008. Taxonomy of an endemic Aristolochia (Aristolochiaceae) from the Iberian Peninsula. Anales Jard. Bot. Madrid 65(2): 173-178.

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