De pájaros, bichas y otros bichos.

Sierra Norte de Madrid, 14 de abril de 2007

Para alimentar este blog he decidido recurrir a mi archivo fotográfico. He buscado un día de abril y me he encontrado con uno del 2007. Después de ver las fotos he repasado las notas que tomé. Las observaciones, como suele ser habitual en mi caso, se corresponden principalmente a las aves. Entonces andaba entretenido en apuntar bien cada localización para la elaboración de un atlas de aves de Braojos. Aquella jornada fue entretenida, un soleado día de principios de primavera, como los de ahora mismo.

Anoto 34 especies de aves en un recorrido por áreas abiertas, pastos y algunos prados con rebollos. Amanecía cuando observé una pareja de mirlos, el macho con las alas ligeramente abiertas y caídas, algo inclinado, en la rama de un roble hasta que baja a la pared del prado, con la hembra, una cópula rápida y el macho se separa, a un metro de la compañera, todavía excitado, inclinado, alas algo caídas y plumas de la base de la cola erizadas, se le acerca la hembra y vuela. También una hembra de curruca capirotada parece invitar a su pareja a la cópula, levanta la cola, baja la cabeza, pero cuando se acerca el macho vuela, y los pierdo entre una maraña de ramas. No todo son cantos y amores, una totovía, la alondra de los bosques, anda ocupada con la crianza, la veo llevar comida en el pico para los pollos.

Sólo veo un par de rapaces, un milano negro de patrulla y un fugaz gavilán, pero tuve la suerte de levantar dos liebres, y antes, a media mañana, un zorro cruzó un prado a la carrera. La zorra por estas fechas está parida, en plena lactancia. Una madriguera como la de la foto será elegida para el cuidado de la prole.

Una de las cuatro bocas de la madriguera que encontré aquel día.

Muy cerca de la zorrera una culebra bastarda (Malpolon monspessulanus) se solea a la entrada de su refugio.


Culebra bastarda

Tras un largo invierno la vida a ras de suelo se vuelve a animar:

Oedionychus cinctus. Escarabajo crisomélido.

Una rápida toma de contacto. Los dos parecen llevar avisos corporales: "soy tóxico"

Oruga pendiente de identificación.

con flash

y al natural

Grillo

Carraleja

Pieris napi

Lythria cruentaria

La mosca amarilla del estiércol, Scathophaga stercoraria, es una mosca muy común. Su nombre científico da alguna pista sobre su forma de vida, pero en realidad estas moscas son depredadoras, capturan pequeños insectos. Serán sus larvas las que se alimenten de los excrementos del ganado, por esa razón las moscas acuden a estos para reproducirse. Ahí los machos esperarán la llegada de las hembras. En la espera capturarán otras moscas, de otras especies, pero si escasean otras presas practicarán el canibalismo.

Vemos como el macho agarra a la hembra durante la puesta. Seguramente no se separó de ella después del apareamiento para asegurarse la paternidad.

Como depredadora y descomponedora de estiércol juega un importante papel ecológico en nuestros campos.

De ahora mismo, de este mes, seis años después de aquel día de campo, tengo este vídeo de otra culebra bastarda. Una tarde soleada, cruzando una cañada. Grande, supera el metro y medio, y muestra una coloración típica del macho, con una mancha negruzca que rodea el dorso por detrás de la cabeza. Esta "mancha en silla de montar" sólo muy rara vez aparece también en hembras viejas.


Después de acosarla unos minutos cámara en mano y ver su comportamiento defensivo, dejé que se perdiera entre el pasto alto al otro lado del camino.

.

No hay comentarios:

Publicar un comentario