La garduña

A mi madre le cuesta entender que pase tanto tiempo en el campo. Cuando vengo del pueblo me pregunta que he visto, y así el otro día, como rápido resumen de una larga tarde de campo primaveral, le cuento que había visto una garduña, -¿una garduña? ¿Qué es?, me pregunta, -como una comadreja, pero grande como un gato, le digo.

Todo el mundo sabe que es una comadreja ¿o no?, la verdad es que no, como comenta David Álvarez en su blog: “Ya quedan muy lejos los tiempos de Félix Rodríguez de la Fuente, cuando todos los niños sabían que era un lirón careto, un buitre leonado o un alimoche.”; pero al menos mi madre sí, más o menos.

La garduña es más pequeña que un gato, oscura, con un gran babero blanco, cabeza triangular y una larga cola peluda, tipo ardilla. Diría que exclusivamente nocturna, por desgracia es más fácil encontrarse con individuos atropellados que con una de ellas en vivo y en directo.



Afortunadamente no es tan difícil localizar sus rastros, que es lo único que he podido mostrar hasta ahora en el blog.

¿dos garduñas de caza? Un conejo parece huir presa del pánico. 


 ¿dos garduñas en camino? 21 de mayo de 2013

Puede que no sea demasiado raro que vayan de dos en dos.


La otra noche, al finalizar un día de campo, unos ojillos delataron una presencia. Estaba quieta, acechante en unas rocas. La tapaba un rosal y no tenía claro si era gato, gineta o tal vez garduña, me parecía verle la pechera clara. En un pestañeo la pierdo de vista y también la esperanza de salir de dudas. Pero no se ha ido lejos, la descubro en unas peñas próximas, sí, es una garduña. Vigilante al principio, tal vez confundida por la iluminación, desapareció en la oscuridad al poco tiempo, después de explorar rápidamente un par de oquedades en el roquedo.

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